En breve = ¡Maranatha!

Nosotros estamos afectados y marcados por el reloj y el calendario. Pero Dios no es afectado por nada.

Cada año abarrotamos los templos la noche del 31 de diciembre con la sincera y profunda intención de agradecer al Señor por un año que se va y para hacer los más fuertes votos por un mejor nuevo año.

Por el contrario, los hermanos de la Iglesia de los primeros años tenían una expectativa de vida diferente. Esto era expresado por las palabras de sus saludos más comunes: "Shalom" y "Maranatha".

Por un lado el saludo "Shalom" significaba su inconmovible confianza en el Señor y confesando TODAS las bendiciones posibles que Dios derrama sobre Su pueblo incluyendo el conocimiento de Su voluntad. Para aquellos el pensamiento no se reducía simplemente a la condición terrenal actual de los creyentes sino más bien al estado de su relación con Dios.

El otro saludo: "Marantha" era mucho más particular porque trataba con el futuro pero el futuro al que se refiere este saludo tiene que ver con el futuro inmediato. Aquellos hermanos tenían una alta expectativa del retorno del Señor; porque esa había sido la promesa que acababan de recibir en el Monte de los Olivos.

Independientemente de las circunstancias actuales y particulares a cada uno, necesitamos vivir más conscientes de la promesa: "así como le habéis visto partir, así le veréis regresar..." Hechos 1:11

La confianza en tal promesa nos hace vivir y ser diferentes...

¡En breve el Señor aparecerá!

JavierAmilcar Cabrera
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